En poco menos de un mes Ford presentará oficialmente en el Salón del Automóvil de París la segunda generación del S-Max, un monovolumen mediano de carácter dinámico.
La segunda generación seguirá presumiendo de una imagen dinámica y casi deportiva para el segmento. En el frontal lo más destacable es la introducción de la parrilla "Aston Martin" y las ópticas rasgadas ya utilizadas en los últimos Focus o Fiesta. El perfil conserva casi intactas las formas que mostraba el concepto de hace unos meses. En cuanto a la zaga, gana en empaque usando faros más alargados con tecnología LED. El difusor inferior en algunas variantes incluirá una salida de escape a cada lado, algo poco común en este tipo de vehículos.
En el interior se ha buscado mejorar sobre todo la sensación de calidad percibida y la vida a bordo. El salpicadero ahora tiene un diseño más sencillo, genérico y en la línea con los últimos Ford. En la consola central destaca la pantalla a color que podrá tener varios tamaños y la instrumentación cuenta con la posibilidad de elegir al gusto la información que se quiera.
Entre las novedades de equipamiento que podrá tener hay que destacar el accionamiento eléctrico de los asientos posteriores para abatirlos en el suelo, un mejorado sistema de apertura sin manos del portón posterior, los cada vez más habituales sistemas de alerta de cambio de carril y detector de objetos en ángulo muerto, lector de señales de tráfico, etc.
De la oferta mecánica se ha confirmado que podrá tener el nuevo 1.5 Ecoboost con 160 CV, el interesante 2.0 Ecoboost con 240 CV y los diésel 2.0 TDCI con 120, 150 y 180 CV de potencia. Por primera vez un S-Max también podrá tener sistema de tracción total.
